miércoles, 20 de julio de 2011

Estudio Biblico de Hoy " Salmo 1 "

Salmos 1 -El justo y los pecadores

1 - Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

2 - Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.

3 - Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,(1)
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

4 No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.

5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.

6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.
 
COMENTARIOS A LOS SALMOS
 
Éste es un salmo de instrucción con respecto al bien y al mal, poniendo ante nosotros vida y muerte, bendición y maldición, a fin de que tomemos el camino recto que lleva a la felicidad, y evitemos el que de cierto conduce a la miseria y a la ruina. Nos muestra:
 
I. La santidad y la dicha de una persona piadosa (vv. 1-3).
 
II. La pecaminosidad y la miseria del malvado (vv. 4, 5).
 
III. El fundamento y la razón de ambos casos (v. 6).
 
Versículos 1-3
 
El salmista comienza por el carácter y la condición del piadoso.
 
1. El Señor conoce por su nombre a los que son suyos (Nm. 16:5; 2 Ti. 2: 19), pero nosotros hemos de conocerlos por su carácter, el cual se nos presenta aquí mediante las normas que escoge para su conducta:
 
A) El hombre piadoso (v. 1) no anda en consejo de malos, etc. Se pone primero esta parte de su carácter, porque apartarse del mal es el primer paso por el que comienza la sabiduría. (a) Ve en torno suyo malhechores, de los que el mundo está lleno. Se describen aquí por medio de tres epítetos: malos, pecadores, escarnecedores. Primero son malvados, carentes de temor de Dios. Cuando falta este temor de Dios, el hombre muestra ser pecador, en abierta rebelión contra Dios. Las omisiones abren el camino a las comisiones y así se endurece, a la larga, el corazón de tal manera que los pecadores se hacen escarnecedores, despreciando todo lo sagrado, burlándose de la piedad y tomando a broma el pecado. El vocablo hebreo para malos (mejor, malhechores) indica una persona que no se somete a ninguna norma, sino que se deja llevar de todo mal deseo. La persona piadosa no puede menos de ver con tristeza a los tales, cuyos criterios son tan insensatos y tan opuestos a los suyos. (b) Por consiguiente, no anda según los consejos, los criterios, de ellos. No sigue sus principios, ni toma el camino de ellos, ni se sienta para participar en el corro de los burladores, lo cual equivaldría a asociarse con quienes promueven el reino del diablo.
 
B) En cambio, el piadoso, para hacer el bien, se somete a la dirección de la palabra de Dios, familiarizándose con ella (v. 2). Todos los que se deleitan en que haya un Dios, han de deleitarse también en que haya una Biblia, la revelación de Dios y de su voluntad, y del único camino hacia la dicha en él: En su ley medita de día y de noche (comp. Jos. 1:8). El estudio y la práctica de la Ley de Dios es la delicia del hombre piadoso, como el autor del Sal. 119. El verbo hebreo para meditar significa literalmente musitar: leer y dialogar consigo mismo sobre las grandes cosas que la Biblia contiene, fijarlas en la mente y en el corazón y experimentar en la vida el sabor y el poder de ellas.
 
2. Seguridad que se da al piadoso de que ha de disfrutar de las bendiciones de Dios. El salmo comienza literalmente: «¡Oh, las bendiciones del varón!, etc.» (el hebreo ashrey es plural). La bondad y la santidad no sólo son el camino hacia la felicidad (Ap. 22:14), sino que se identifican con la felicidad misma; aun cuando no hubiese otra vida después de ésta, el hombre que va por el camino del deber es ya un hombre dichoso. Será como árbol, fructífero y floreciente, pues las bendiciones divinas producen efectos reales. El justo es plantado por la gracia de Dios; por naturaleza, todos somos olivos silvestres y continuamos siéndolo hasta que somos injertados por un poder de arriba, celestial. Nunca crece por sí mismo un buen árbol; es plantío de Yahweh para ser árbol de justicia y en ello ha de ser glorificado Dios (Is. 61: 3). Es plantado junto a los medios de gracia, llamados aquí corrientes de aguas; de aquí saca el justo provisión abundante de fuerza y vigor, pero de forma secreta, oculta a las miradas de la gente. De quienes participan de los medios de gracia ha de esperarse que, tanto en sus criterios como en su conducta, respondan a las intenciones de la gracia y lleven fruto. Y su hoja no cae. Su follaje no se marchita, sino que son de hoja perenne. En cuanto a los que muestran solamente las hojas de profesión cristiana, sin fruto alguno, las hojas mismas, al fin, se marchitarán y caerán; pero si la palabra de Dios gobierna el corazón, la profesión se conservará siempre verde y fresca; tales laureles no se marchitan.
 
Versículos 4-6
 
1. Se describe ahora el carácter de los malvados (v. 4): (A) En general, son el reverso de los justos, tanto en carácter como en condición: no llevan fruto, sino agraces de Sodoma que inutilizan la tierra. (B) En particular, mientras los justos son como árboles útiles, valiosos y fructíferos, los malvados son como el tamo que arrebata el viento; son como la parte más liviana de la paja, el polvo que el amo de la era quiere ver lejos de allí, puesto que para nada sirve.
 
2. Se describe luego el destino final de los malvados (v. 5): No se erguirán en el juicio, es decir, serán hallados culpables, y no tendrán; lugar alguno en la congregación de los justos, pues ninguna cosa manchada ha de entrar en la Nueva Jerusalén. En este mundo, no es cosa difícil para los hipócritas, bajo la máscara de una plausible profesión de fe, penetrar en la congregación de los justos y permanecer allí sin ser descubiertos ni perturbados (v. 1 Jn. 2:19), pero a Dios no se le puede engañar, aunque puedan ser engañados sus ministros.
 
3. La razón que se da de este final tan distinto de los buenos y los malos (v. 6). Yahweh conoce, es decir, aprueba complacido y remunera la conducta de los justos, por lo que les hace dichosos y prósperos (al menos, espiritualmente), pero está airado contra la senda de los malos, la cual, ya de suyo, lleva a los hombres a la ruina y a la perdición (Ro. 6:23).
 
Al cantar estos versículos, y orar sobre ellos, dejémonos poseer de un santo temor de la porción del malvado y de una santa diligencia en presentamos a Dios aprobados en todo, buscando su favor de todo corazón.

jueves, 7 de julio de 2011

Estudio Biblico de hoy " Responzabilidades del Reino"

Verdad central: Sigo las enseñanzas de Cristo atendiendo y ayudando a los necesitados.
 
Texto áureo: En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo 25:40)
 
Trasfondo bíblico: Mateo 25:1-46
 
Bosquejo
 
I. Se requiere velar
 
A. Diligentes en la preparación
B. Objetivo de su venida
 
II. Servicio recompensado
 
A. Siervos reconocidos
B. Espíritu de servicio definido
 
III. Indiferencia condenada
 
A. La indiferencia lleva a la condenación
B. Indiferencia al descubierto
 
Objetivo.
 
Aprender lo que exige Cristo de quienes están en su reino, y velar fielmente y servirle.
 
Introducción
 
Estamos rodeados de necesidades, tanto en la Iglesia como en el mundo secular. El padre de tres hijos que se sienta junto a nosotros todos los domingos por la mañana pudiera acabar de perder su empleo. El desamparado, con su ropa harapienta y sucia, nos detiene en la calle para pedirnos dinero a fin de comer algo caliente. La mujer que dio clases de Escuela Dominical durante décadas ahora está sentada en un asilo, solitaria y desalentada.
 
¿Cuál es nuestra responsabilidad en cuanto a satisfacer las necesidades de los pobres, los enfermos y los desalentados que nos rodean?
 
Mateo 25 comienza con una solemne advertencia en cuanto a estar preparados para la venida de Cristo. Mientras Jesús seguía hablando de su venida, también proclamó la realidad de un juicio futuro. Parte de nuestra espera de la venida de Cristo incluye el mostrar su amor mediante obras de caridad, ayudando a los necesitados. Aunque no nos salvan esas obras de amor, indican que el amor de Dios está obrando en nosotros.
 
Motivado por su amor a las personas, Jesús atendió las necesidades de los enfermos y los desalentados con quienes se encontraba cada día mientras anduvo por esta tierra. Como discípulos de Cristo, debemos ser imitadores de su amor y ayudar a los demás en sus necesidades. Permita que este estudio lo anime a aprender lo que exige Cristo de quienes están en su reino, y velar fielmente y servirle.
 
Comentario Bíblico
 
I. Se requiere velar (Mateo 25:1-5)
 
A. Diligentes en la preparación
 
La parábola de Jesús en Mateo 25:1-13 es la tercera de las parábolas de Jesús respecto a su venida. La primera (24:42-44) advirtió que su venida seria inesperada, y la segunda (24:45-52) enseñaba a los creyentes a servir a Dios fielmente mientras esperan la venida de Jesucristo. La tercera parábola (25:1-13) enseñaba a los discípulos de Jesús a prepararse para su venida, aun cuando demore.
 
En la época del Nuevo Testamento, la novia, acompañada de sus íntimas amigas, iba al hogar del novio a prepararse para la ceremonia nupcial. Mientras ella iba, el novio y varios de sus amigos salían de su hogar a fin de prepararse para la boda. A eso de la medianoche, el novio y sus amigos volvían a casa. Al volver, un grupo de jovencitas salían a encontrarse con él para acompañarlo hasta su hogar. Las diez vírgenes en el versículo 1 describían a este grupo de doncellas. Entonces se cerraría la puerta y comenzaría la ceremonia nupcial.
 
Como esa procesión tenía lugar de noche, se suponía que cada miembro de la comitiva nupcial tuviera una lámpara. Una vez que se cerraba la puerta de la casa del novio, a nadie más se le permitía entrar. A los que no entraban con el resto de la comitiva nupcial no se les consideraba bienvenidos.
 
Pregunta: ¿De qué manera eran prudentes cinco vírgenes e insensatas las otras cinco?
 
Exteriormente, las diez vírgenes parecían iguales. Pero había una gran diferencia entre ellas. Cinco de las vírgenes eran prudentes porque se prepararon para la llegada del novio; habían llevado bastante aceite para sus lámparas. Las otras cinco eran insensatas porque no llevaron aceite suficiente para sus lámparas (w. 2-4).
 
Pregunta: ¿Qué representa el aceite en esa parábola? ,
 
Algunos creen que el aceite en esa parábola representa el bautismo en el Espíritu Santo. Pero todos los creyentes resucitarán en la venida de Cristo, y no sólo quienes fueron bautizados en el Espíritu Santo. Es mejor considerar el aceite como que representa la preparación espiritual que todos tienen que hacer para la venida de Cristo.
 
Pregunta: ¿Por qué mencionó Jesús el hecho de que se durmieran las vírgenes?
 
No era rara una prolongada demora durante la espera del novio. El hecho de que esas vírgenes se durmieran no indicaba negligencia de su parte. Más bien, Jesús pudiera haber estado indicando un prolongado período de espera antes que Él viniera.
 
Cristo empleó esa parábola para mostrar la necesidad de estar preparados para su venida. Mientras esperaban, las diez vírgenes se durmieron, lo mismo las prudentes que las insensatas. Pero sólo cinco estaban preparadas. Cuando vuelva Cristo, no habrá tiempo de prepararse.
 
Aunque Cristo no vuelva pronto, debemos mantenernos preparados para su venida.
 
B. Objetivo de su venida
 
A la medianoche llegó el novio (Mateo 25:6). Las vírgenes despertaron y comenzaron a preparar sus lámparas para salir al encuentro del novio (v. 7). Pero las cinco vírgenes insensatas no tenían aceite alguno para sus lámparas. Desesperadas, les pidieron a las otras vírgenes que compartieran su aceite (v. 8). Pero las vírgenes prudentes no las ayudarían. Si les daban aceite a esas vírgenes insensatas, es posible que se les acabara y que perdieran su lugar en la comitiva nupcial. Así que les dijeron a las vírgenes insensatas que fueran a comprar aceite (v. 9).
 
Pregunta: ¿Cómo pudieran algunos depender de otros a fin de prepararse para la venida de Cristo?
 
Algunos confían en que la salvación de sus padres o sus cónyuges de algún modo los haga aceptable delante de Dios. Pero no podemos depender de la justicia de otros para prepararnos para la venida de Cristo. Cada persona debe prepararse para la venida de Cristo de forma individual aceptando a Cristo como su propio Salvador personal.
 
Las vírgenes insensatas corrieron a comprar aceite. Pero mientras iban, llegó la procesión nupcial al hogar del novio. Más tarde las vírgenes insensatas tocaron a la puerta, en espera de poder entrar. Pero era demasiado tarde. El novio las rechazó. Como no estaban preparadas, quedaron fuera del banquete de bodas (vv. 10-12).
 
El tono portentoso del versículo 13 nos recuerda Mateo 7:21-23. Nuestra preparación para la venida del Señor reflejará nuestra entrega a Él. Cuando estemos preparados para su venida, no nos tomará de sorpresa su aparición.
 
Pero si no estamos preparados para su venida, tampoco lo estaremos para estar en su presencia, y el Señor no nos reconocerá.
 
Viene el tiempo en que habrá pasado la oportunidad de buscar al Señor. Él espera que nos preparemos para su venida. ¿Qué implica eso? Sin duda implica santidad personal, pero también incluye nuestra conducta y actitud hacia los hermanos en la fe y, en definitiva, hacia todos los demás.
 
II. Servicio recompensado (Mateo 25:31-33)
 
A Siervos reconocidos
 
Pregunta: ¿Cuan importante cree usted que sea que los cristianos contribuyan a satisfacer las necesidades diarias de otros creyentes? ¿Y de los que no creen?
 
Pregunta: ¿Cuándo tendrá lugar el juicio descrito por Jesús en Mateo 25:31-46?
 
En Mateo 25:31-46, Jesús no presentó una cronología detallada respecto a ese juicio final. Más bien resumió los juicios que tendrán lugar en diferentes momentos en el fin de los tiempos: el tribunal de Cristo para todos los creyentes y el juicio ante el gran trono blanco para todos los que no lo conocen (véase Juan 5:28,29; 2 Corintios 5:10; Apocalipsis 20:11-15).
 
La reunión en Mateo 25:31-46 incluirá a todas las personas de todas las naciones del mundo. Jesús empleó la metáfora de ovejas y cabritos para describir la separación de los justos y los malvados que tendrá lugar en ese juicio (w. 32,33).
 
En la Palestina del primer siglo, se separaban de noche las ovejas de los cabritos. Las ovejas en la parábola de Jesús simbolizaban a los creyentes. Se reunirán a la derecha de Cristo, el lugar' de honor, para recibir su recompensa. Los cabritos, que simbolizan a los incrédulos, se reunirán a la izquierda para recibir juicio y condenación (v. 33).
 
Hoy creyentes e incrédulos viven juntos en nuestro mundo. Pero como ocurre con un rebaño de ovejas y cabritos, viene el tiempo en que se hará una distinción eterna entre creyentes e incrédulos.
 
La separación de las ovejas y los cabritos revelará quiénes son los verdaderos siervos de Dios. Pero ¿cómo se hará esa distinción? ¿Qué norma seguirá Jesús para separar las ovejas de los cabritos? Los siervos de Dios se reconocen mediante obras de espíritu de servicio y de amor mutuo en este mundo, mientras esperan ansiosos la venida de Cristo.
 
B. Espíritu de servicio definido
 
Pregunta: ¿Qué distinguirá las ovejas de los cabritos en el juicio final?
 
Los creyentes heredarán las eternas bendiciones de Dios porque han servido a los hermanos de Cristo al satisfacer sus necesidades temporales. En los versículos 34-40, se dan seis ejemplos distintos, que representan las necesidades más esenciales de la humanidad. El factor fundamental que muestra la genuina fe de los creyentes es su reacción de amor y misericordia ante sus hermanos necesitados.
 
Pregunta: ¿Cómo sabemos que Jesús no está enseñando la salvación por obras en Mateo 25:34-40?
 
A primera vista, pudiera parecer que Mateo 25:34-40 contradice Efesios 2:8,9. Pero las buenas obras mencionadas por Jesús son evidencia de la fe en Cristo de los creyentes y no de obras que den salvación. Asimismo, en el versículo 34, Jesús afirmó que los de la derecha heredarían "el reino preparado" para ellos. Una herencia no se gana; es algo gratuito.
 
En Cristo, los creyentes revelan con toda claridad su fe mediante sus obras de amor de los unos para con los otros. Esas obras indican que tiene lugar un cambio de naturaleza cuando conocemos a Cristo como nuestro Salvador.
 
Una prueba más de que la caridad es el resultado de la salvación se encuentra en Mateo 25:37-39. Cristo dijo que a quienes se les estaba recompensando por su conducta habían realizado obras de amor para Él. Pero los justos no podían recordar el haber hecho esas cosas. Cristo está enseñando un principio fundamental (v. 40). Una obra de caridad hacia un huérfano, una viuda, un forastero o algún otro necesitado es en realidad una obra de amor hacia Cristo. ¿Por qué? Tal vez porque el amor es la naturaleza intrínseca del carácter de Dios. Como pueblo suyo, Dios quiere que imitemos ese amor en todo lo que hacemos.
 
III. Indiferencia condenada (Mateo 25:41-43)
 
A. La indiferencia lleva a la condenación
 
Pregunta: ¿Por que se condena a los injustos?
 
Ver una necesidad y reaccionar con indiferencia es inconsecuente con el amor de Cristo. Los que son condenados pudieran no estar entre los más terribles pecadores ante los ojos del mundo, pero su vida no dio prueba de una genuina entrega al Señor. Les faltaba amor a los necesitados porque no amaban a Cristo.
 
Dios no quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9), pero Él castigará a los que no aceptan a Cristo como Salvador, los que rechazan el don de salvación. En Mateo 25:41-43, Jesucristo condenó a los que estaban a su izquierda enviándolos al "fuego eterno" que se había preparado para el diablo y sus ángeles.
 
Observe que Jesús los llamó "malditos". No los maldijo por su falta de buenas obras. Más bien eran malditos por no haber aceptado a Cristo —el que había aceptado la maldición del pecado por ellos (Calatas 3:10,13) — como su Salvador.
 
No podemos darnos el lujo de descuidar nuestra relación con Dios por medio de Cristo. Aunque las personas pudieran confiar en las buenas obras como la fuente de su salvación, esas obras no pueden dar salvación. Sólo Cristo puede hacer eso.
 
Servir a Cristo en Mateo 25:42,43 indica una relación con Él. Cuando conocemos a Cristo como Salvador, desearemos agradarle por la forma en que vivimos. Y eso quiere decir servir a los demás en su momento de necesidad.
 
B. Indiferencia al descubierto
 
Hay un contraste entre Mateo 25:44,45 y los versículos 37-39. A los individuos en los versículos 44 y 45 se les condena por no servir al Señor; pero no pueden recordar cuando dejaron de hacer eso. Sin embargo, Jesús explicó por qué fueron condenados: Los injustos no sirvieron a Cristo sirviendo a los necesitados. La indiferencia hacia las necesidades de los demás es, en realidad, indiferencia hacia Cristo.
 
Pregunta: ¿De qué manera pudiéramos, como creyentes, mostrarnos y indiferentes hacia los demás?
 
Jesús dijo que siempre habría pobres con nosotros (Mateo 26:11). Siempre habrá personas que necesiten ayuda. Les mostramos amor a los demás cuando los apreciamos lo suficiente como para responder a sus necesidades.
 
Nuestro servicio a los demás también incluye el ayudar a quienes están siguiendo a Cristo en el ministerio. No podemos ser indiferentes en cuanto a contribuir a la difusión del evangelio. Cuando apoyamos la obra del ministerio en todo el mundo, mediante la oración, las ofrendas o el trabajo, mostramos que le damos gran valor al reino de Dios. Al darle prioridad a la difusión del evangelio, también reconocemos que Jesucristo viene pronto.
 
Pregunta: ¿Cómo afecta Mateo 25:44-46 nuestra actitud y conducta hacia los incrédulos que necesitan ayuda?
 
El versículo 46 resume el destino de todas las naciones y personas del mundo. Además, tenemos que recordar que la conducta de las ovejas y de los cabritos son resultado de la condición del corazón.
 
Es fácil considerar a quienes no sirven a los creyentes, y que de hecho los persiguen, como separados de Cristo y merecedores del juicio de Dios. Hasta pudiéramos regocijarnos en esa realidad. Pero eso está en contra del deseo de Dios para los perdidos.
 
Aunque nuestra compasión hacia los demás ha de comenzar con los hermanos en la fe necesitados, también se nos llama a hacerles bien a todas las personas, incluso a los que viven sin Cristo (Mateo 9:13; 12:7). Al amar a los incrédulos, les mostramos el amor de Cristo. Cuando ayudamos a los inconversos que nos rodean en sus necesidades, ellos pudieran permitirnos hablarles del evangelio.
 
Aplicación
 
Estamos rodeados de necesidades. Un joven pastor, llamado por Dios, desea fundar una iglesia en un barrio pobre de la ciudad, pero carece de fondos. Un anciano de la congregación necesita con urgencia que alguien construya una rampa de sillas de ruedas frente a su casa. Los misioneros en una empobrecida nación africana necesitan ayuda económica para proporcionar alimentos, cuidado médico y literatura evangélica a niños y adultos con SIDA.
Cada uno de nosotros puede responder a las necesidades que nos rodean. Algunos hemos sido bendecidos económicamente, y podemos contribuir con nuestra iglesia, sus ministerios y sus proyectos misioneros. Otros tienen poco dinero, pero poseen habilidades que les permiten ayudar a los demás. Todos pueden usar sus recursos para servir a otros, y mostrar el amor de Cristo en su vida.